lunes, 24 de noviembre de 2014

Las Siete Enfermedades Según Deming

Buscando lo que se conoce como "Calidad total", Deming estableció una serie de problemas o "enfermedades" comunes que suelen encontrarse en los cuadros de mando de las organizaciones y que repercutan directamente en ésta impidiendo su desarrollo positivo hasta el punto de que matar a las empresas llevándolas al quiebre. Estas enfermedades serían:

1. Falta de constancia en los propósitos.

Se puede decir que una empresa que, de forma constante, inicia proyectos para abandonarlos al poco tiempo, o bien inicia proyectos sin objetivos específicos que no siguen ningún rumbo real resulta en pérdida tanto de tiempo como esfuerzo y dinero para las empresas, además de que ésta pierde credibilidad externa e interna, causando desmotivación en los empleados muchas veces.

2. Énfasis en las ganancias a corto plazo y los dividendos inmediatos.

Enfatizar en este punto suele implicar pérdidas en la calidad del producto y en el trato al cliente. Esto genera presiones innecesarias en los miembros de la organización causando un pésimo ambiente laboral en el que los trabajadores podrían sentirse desmotivados. Es necesario innovar, crear una marca de calidad, llevar un proyecto de gran tamaño e importancia y ser entendido como una carrera a fondo, a largo plazo. Se debe asumir el reto de aplazar la rentabilidad inmediata al servicio de una meta superior.

3. Evaluación por rendimiento, clasificación de méritos o revisión anual de resultados.

Esta enfermedad es considerada una de las más comunes en las empresas con problemas. En este punto, los altos funcionarios suelen eludir sus responsabilidades culpando a trabajadores de niveles inferiores cuando se presenta algún problema. Esto suele ocurrir cuando no existen una comunicación fluida entre los empleados o bien, cuando se delega de forma incorrecta alguna actividad o simplemente no se hace, cuando se escatima en recursos, cuando los directivos se encierran en la torre de la burocracia y los rangos, etc.

4. Movilidad de los ejecutivos.

En general muchas empresas suelen centrarse en la rentabilidad a corto plazo y para conseguirla, explotan al personal. Como resultado de esto, el personal busca la salida de la empresa lo más rápido posible y, de no poder, busca trabajar lo menos posible mostrando un nulo compromiso con la empresa. Es necesario apostar por una buena marca de empleador, que también generará una buena marca de empresa. Cuando un trabajador está contento y considera que trabaja en una buena empresa, se esforzará como nadie y será más productivo.

5. Gerencia de la compañía basándose solamente en las cifras visibles.

Los estados financieros no nos dan un valor real de las empresas, los activos intangibles normalmente no son considerados por los ejecutivos quienes administran basándose solo en reportes positivos. A largo plazo las cifras visibles no podrán sostener las pérdidas de clientes, posicionamiento y otras variables que no se imprimen en un balance.

6. Costos médicos excesivos.

Las bajas por incapacidades laborales pueden llegar a representar costos para la empresa pues, se está pagando un salario a un empleado por un servicio que en realidad no está prestando. Además de que, dependiendo de cual sea ese servicio, podría tener que emplearse a algún suplente lo cual sería un doble costo. Tomando en cuenta diversos factores más, esto solo estaría generando pérdida para la empresa. El mal clima laboral y la explotación de los empleados suelen ser factores que conllevan a que los empleados se enfermen, tengan accidentes, etc. (Debido al estrés y presión laboral) y esto trae como consecuencia los costos mencionados.

7. Costo excesivo de garantías.

Muchas empresas deben gastar mucho dinero en lo que es la reposición de productos y el establecimientos de sistemas de atención al cliente. Algunas empresas contratan seguros para hacer frente a los costos por reclamaciones de clientes y miembros de la organización. Cuando no existe seguro o fondo que las proteja de estos, deben hacer frente a una condena judicial y terminan recurriendo a créditos que solo se convertirá en deudas.

Estos costos, desde luego, podrían eliminarse o al menos reducirse con una política de excelencia, de calidad total hacia los productos ofrecidos tanto a los clientes internos como externos.

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